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lunes, 5 de octubre de 2015

Iguazú: el poder de la naturaleza en manifiesto

Cataratas del Iguazú en Perspectiva

Después de viajar toda la noche llegamos a Puerto Iguazú, y como llegamos cansados y atolondrados olvidé mi cámara dentro del autobús. Estaba lavándome los dientes en el baño de la terminal cuando me di cuenta que me faltaba, encargué las maletas, pregunté en las oficinas de la empresa (Tigre Iguazú) y me dijeron que alcanzara el autobús que iba rumbo a los talleres. Salí corriendo como un loco y contraté al primer taxi, ahí inicié una correría al estilo de la Jason Bourne, finalmente pude entrar a los talleres casi al mismo tiempo que el autobús, sin titubeos el chofer me entregó la cámara, sentí un alivio enorme.

Pues bien, por fin conoceré las cataratas del Iguazú, ya una vez estuve cerca cuando estuve en Paraná Brasil hace 5 años, infelizmente no pude venir. Esta vez no podría dejarlo escapar. Este pueblo sentado a las orillas del rio Paraná y del Iguazú, es de un clima tropical y más que argentino parece brasileño, vive alrededor del turismo sobre las cataratas y paseos en las “3 fronteras”. Aquí coinciden los países de Argentina, Brasil y Paraguay, se habla el español el portugués y el guaraní. Frente a la oficina de turismo hay una estatua de Luis Honorio Rolon, un médico que fue amigo y defensor de los guaraníes y que se perdió en la selva en una expedición científica o buscando la “tierra sin mal”.
Aquí todo mundo te ofrece un tour a las cataratas, del lado argentino y del lado brasileño, todo mundo te dice que debes de visitar ambos lados y que puedes ir a Ciudad del este a comprar cosas baratas o a un zoológico que está en Foz de Iguaçu. Después de pensarlo un poco y evaluando el presupuesto decidimos ir al lado argentino y creo que elegimos bien. Para ir al Parque Nacional de Iguazú se toma un autobús en la terminal, cuesta $100 (arg.) ida y vuelta (aunque está solo a 17 km). Sale muy temprano desde las 6:30am y salen cada media hora y el último de vuelta es más o menos cuando cierra el parque poquito después. La entrada al parque es desde luego carísima para los extranjeros y si se sella el boleto de entrada le cobran la mitad al día siguiente.

Ya dentro del parque hay varias rutas, o pasarelas para ver las cascadas, una cosa imperdible es visitar la “garganta del diablo” que es el ángulo de las cascadas, ver caer ese volumen de agua es sobrecogedor y las palabras no alcanzan a describirlo, luego ver los vencejos enormes salir coordinados y arremolinarse al unísono y volver a posarse en las paredes de la caída es una espectáculo delicado e impresionante. Hay un montón de recorridos por hacer, se puede ver mucha fauna y verla desde todos los ángulos, es imperdible también ver las cataratas desde la isla San Martín.


Pero no les cuento más, mejor miren las fotos y los videos que les dejo, aunque no es lo mismo verlo en imagen que sentirlo.




Puesta de sol en el Paraná

Barquita entre las 3 fronteras

Las 3 Fronteras; Al frente Paraguay, a la derecha Brasil y en la tierra que pisaba Argentina

Hito de las 3 fronteras

Garganta del diablo

Desde la garganta del Diablo

Toda el agua del mundo

vencejos (Streptoprocne zonaris)



Chara (Cyanocorax chrysops)

Cuco ardilla (Piaya cayana)

Mono capuchino





Así se ven las cataratas desde la Isla san martín

Pasando de vuelta de la Isla San Martín



Cyanocorax chrysops

Coaties que me miran con curiosidad


Campephilus melanoleucus

Agutí en la trilla del sendero Macuco