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miércoles, 27 de mayo de 2015

Temuco: Donde creció el Poeta


Ahora para hacer la Casa, 
tráiganme maderas del Sur, 
tráiganme tablas y tablones, vigas, listones, tejuelas 
quiero ver llegar el perfume, 
quiero que suenen descargando el sonido del Sur que traen. 

¿Cómo Puedo vivir tan lejos de lo que amé, de lo que amo; 
De las estaciones envueltas por vapor y por humo, frío? 
Aunque murió hace tantos años por allí debe andar mi padre 
con el poncho lleno de gotas y la barba color de cuero.

Pablo Neruda

Llegamos a Temuco, ciudad ubicada al sur del país, bastión de la resistencia mapuche, ciudad de los trenes, ciudad donde creció Pablo Neruda. Llegamos después de viajar toda la noche, en un autobús que desde Santiago nos llevó por 12000 pesos chilenos. Llegamos por una invitación para realizar un mural en una comunidad mapuche. Resulta que al llegar nos enteramos que la persona que nos invitó se había ido de la ciudad dejándonos un poco a la deriva, así que nos decidimos a salir a probar un poco de suerte. Primero nos alojamos en el hotel Aldunate 187 que está en la misma dirección. Lo atiende una mujer muy amable que nos guardó las maletas por un par de noches que salimos.
Investigamos y descubrimos que no era posible pintar en las áreas centrales de la ciudad. Así que buscamos un hostal, nos instalamos y salimos a conocer la ciudad.  El mercado es lindo, de madera por dentro, un estilo alemán, encierra restaurantes y negocios de carnes.

Luego fuimos al Cerro Ñielol, que es una pequeña reserva de la Selva Valdiviana, es un paseo corto y lindo donde se aprecian especies que infelizmente son escasas hoy en día en el resto del territorio Chileno, como las Araucarias, el endémico Monito de Monte (Dromiciops giliroides) y algunas otras de aves y anfibios (se puede consultar aquí http://www.redobservadores.cl/pdf/8/ch_8_part8.pdf).
En este parque hay un par de miradores donde podemos ver la ciudad de Temuco en todo su esplendor. Casi al salir, encontramos una escultura de un pupitre con una dedicatoria que Neftalí Reyes le hizo a su maestra de primaria Blanca Marín.

Al día siguiente salimos a caminar al mercadito que está por la terminal, la gente se sentía curiosa de saber que unos mexicanos andaban por ahí y nos trataban con mucho respeto, cordialidad y cariño, tal parece que tenemos buena imagen acá, debo decir: Gracias Pedro Infante, gracias Jorge Negrete, María Félix, Cantinflas, Antonio Aguilar y otros tantos que han dejado un grato sabor de boca en otras tierras latinoamericanas.

Fuimos al Museo Ferroviario Pablo Neruda, que es interesante y hace una síntesis de la vida del poeta, es interesante y uno de los atractivos de la ciudad.

Luego nos encontramos con Bernardo, un amigo que conocimos en el Valle del Colca. Él nos llevó a Melipeuco (encuentro de 4 aguas en Mapuche), un pueblito en la cordillera cerca de la frontera con Chile y a 93km de Temuco. Nos alojamos en casa de una amiga (Camila) que es todo un personaje digno de conocer. Intentamos ir al parque Conguillio donde hay araucarias milenarias, pero había que rentar un vehículo que nos resultaría excesivamente caro, así que decidimos caminar un poco. No llegamos, pero conocimos algo de la campiña de Melipeuco, infelizmente infestada de pinales (infelizmente porque son plantaciones introducidas), fuimos a una cascada de frías y claras aguas, caminamos por un terreno que es lava volcánica resultado de la erupción del Volcán Llaima me parece.


Finalmente volvimos a Temuco y de ahí tomamos el bus a Valdivia. Nos despedimos con un buen sabor de boca de conocer este lindo pueblo y su linda gente.

Un Cigarrito a la entrada de la Central de Autobuses

Monumento al pueblo Mapuche en la plaza de Temuco en la Plaza Anibal Pinto


Mercado de Temuco


Mural Pro-Mapuche


Melipeuco desde el Cierro Ñielol



Homenaje de Neruda a su Maestra Blanquita



Entrada al Museo Ferroviario Pablo Neruda




- Oye hijo, quiero comprarme un Packard como el tuyo ¿como cuanto cuesta?- quien reconoce este diálogo sabe de cine mexicano

Araucaria

Vid

Mercado de Temuco

Melipeuco




Memoria a un chico que murió en la cascada



Claras y frías aguas de la Araucanía

Caminos de Lava del volcán Llaima

Murales de Temuco

El Hostal que nos alojó en Temuco, se los recomiendo.





lunes, 11 de mayo de 2015

Santiago, Valparaíso y Horcón

Chile es probablemente el más caro de los países sudamericanos en algunos aspectos, sobre todo aquellos como hospedaje y alimentación, sorpresivamente en cuanto a transporte es relativamente barato, sobre todo cuando se le compara con México, Argentina o Brasil. Ir desde Antofagasta a Santiago nos salió como en 18,000 pesos (chilenos) por persona (poco más de 28 dls). Aquí cabe comentar que en temporada de vacaciones los precios de los pasajes aumentan y varían de acuerdo al sitio dentro del autobús, también se agotan rápidamente, pareciera que todo Chile se va de vacaciones. Por cierto que nos tocó en vacaciones de verano así que las terminales de autobuses estaban atestadas.

Viajamos toda la noche y casi todo el día, ahorrándonos así una noche de hospedaje, aunque eso implique perderse parte del paisaje. De tanto andar en autobús mi espalda ya tiene casi un ángulo de 120°. Llegamos aproximadamente a las 6:30pm a la estación central y de ahí comenzamos a caminar por la avenida independencia en la búsqueda de un hotel. Encontramos uno que se llama “Maya” y que tenía muchos adornos alusivos a México, el costo fue de $45,000 por los cuatro (lo que para nosotros era casi una fortuna). Al día siguiente salí temprano al día siguiente a buscar un lugarcito más barato donde quedarnos, sobra decir que la búsqueda fue infructuosa. Entonces decidimos que no podríamos quedarnos mucho tiempo en Santiago. Salir esa misma noche rumbo a Temuco era la mejor opción, primero dejar los bultos por ahí y luego salir a conocer un poco la ciudad, pero al llegar a la terminal vi un anuncio que decía “Horcón $ 9000”, pregunte que era y la mujer me indicó que se trataba de una playa muy relajada, se me prendió un foco en la cabeza, se propuso en asamblea urgente al grupo y en unos segundos fue apoyada la moción!

Horcón y Playa Luna

Después de menos de 3 horas llegamos a Horcón, es un asentamiento pequeño de casas de madera a la orilla del mar pacífico, con gente muy amable y desinhibida. Ahí sobran cabañas y chalets para rentar, parece que es destino de los Santiagueños en fin de semana. Rentamos un cuartito con baño privado y cocineta por 20,000 pesos al día. Nos enteramos que por ahí había una de esas playas donde la gente se pasea en cueros. Decidimos experimentar, fuimos a dejar nuestras cosas, compramos algo de comer y a caminar rumbo a la famosa Playa Luna que queda a unos 4km del pueblo caminando por la playa, es evidente que la situaron lo más lejos posible del pueblo, probablemente para salvar del rubor a las personas de “buena moral” o evitar que los chiquillos del pueblo puedan avistar la “ofensiva” desnudez de los osados visitantes. En el camino se observan playas pequeñas que quedan debajo de acantilados, sobre los cuales se asientan barrios exclusivos, cuyos rubios habitantes bajan de vez en cuando a jugar al mar, me recuerda la canción que cantaba Victor Jara “Las casitas del Barrio Alto”.

Playa Luna está situada en una zona de reserva donde anidan gaviotas y piqueros (Sula) y se pueden observar bastantes aves marinas. Como en todas las playas nudistas del mundo, se tienen ciertas reglas que tienen por objetivo preservar la convivencia y el respeto entre los visitantes. Igual que en la mayoría de las playas nudistas del mundo, está poblada principalmente por hombres solitarios, sin embargo también la visitan familias y grupos femeninos, tiene una especie de “Administrador”, un tipo que al parecer se ha apoderado del movimiento nudista en esa playa y que no todos los visitantes tienen por buena estima, el tipo tenía una novia digna de hacerle una pintura. Por su ubicación la playa no es la gran cosa, es pequeña y hay mucha piedra, además de la enorme cantidad de sargazos que arrojó el mar ese fin de semana. Sin embargo en los atardeceres regala hermosos cuadros de amarillos y tonos de pastel aderezados con ostreros, gaviotas, pelícanos y otras aves marinas.
Estuvimos todo el fin de semana en Horcón, luego nos movimos a Valparaíso.

Valparaíso y Viña del Mar
Llegamos justo un día después de que se terminó el Festival de Viña del Mar, creo que Alejandro Fernández anduvo por allí. Así que decidimos instalarnos en Valparaíso que es más barato y está a tiro de piedra de Viña. Allá se puede subir a los funiculares, ir al mercado o andar por la costanera viendo a los lobos marinos que se amontonan sobre una estructura de concreto que está en el mar o ver a los bañistas amontonándose en las playas locales, al lado de una de las cuales está el “Tren más lento del mundo”. 

Fuimos a Viña a conocer el recinto donde se lleva a cabo el festival y vimos como sacaban las últimas estructuras del escenario. Visitamos la plaza principal y el museo Fonck en cuyo exterior se encuentra uno de los Moai (escultura de la cultura Rapa Nui de la Isla de Pascua) que se exhibe como auténtico, el museo estaba cerrado.
Al día siguiente salimos de vuelta a Santiago como parada antes de llegar a Temuco.

Santiago
“llegaron desde Chicago, unos tipos con corbata
en una suite de Santiago y sin pisar Chuquicamata…”
Tarareo en mi mente “Violetas para Violeta” de Joaquín Sabina, pienso en Salvador Allende, Víctor Jara y Violeta Parra.

Acá quedé de verme con Misael, un buen tipo que tuve suerte de conocer en el Cañón del Colca algunas semanas atrás. Desde allá él se ofreció a darme un tour por la ciudad. Acordamos vernos en “La Moneda”, él, cual Quijote y Rocinante, llegó montado en su inseparable bicicleta.  Nos llevó a ver el Palacio de la Moneda, la calle de los Negocios bancarios, explicándonos cosas de la arquitectura y la dinámica comercial del centro de la ciudad. Al ser estudiado en Arquitectura e Historia, nos daba una perspectiva nueva, descubriendo detalles que de otra forma obviaríamos irremediablemente. Fuimos a la plaza principal, a la ex-estación de tren de Mapucho (que ahora es museo), al río del mismo nombre, a los mercados antiguos y al mercado nuevo que se llama Tirso de Molina (como el poeta español). Después de una buena comida en el mercado, compramos unos arándanos (que acá son increíblemente baratos) y otras frutas. Fuimos al paseo del Parque Forestal (que va paralelo al rio Mapocho) , una especie de boulevard arbolado, que es un área de congregación de jóvenes y paseantes, lindo y relajante en verdad.

Nos dejó en la entrada del monte de Santa Lucía, que para mí es una especie de “mini Chapultepec” con un castillito encima, jardines, estatuas y una vista increíble de la ciudad. Anduve vagando un poco, me entretuve leyendo los melosos mensajes de amor de los enamorados, que frecuentan el paseo y que no tienen empacho en demostrarse públicamente la pasión. Me senté a contemplar el atardecer hasta que el sol rayó el horizonte y nos echaron a todos del monte. Luego fuimos a la plaza principal, estuvimos un rato ahí, charlando con la gente y escuchando a un predicador que tenía hipnotizado a más de un perplejo.

Nos trepamos al metro y nos fuimos a la central, con boleto en mano y miras hacia Temuco.

Chile es un país muy ordenado, pareciera que hay bastante disciplina, las calles lucen limpias para ser Latinoamérica, los coches ceden el paso, la gente te habla de Ud, aunque también en un principio son algo serios, casi como introvertidos, me enteré que allá no se festeja el carnaval porque la dictadura lo prohibió y no se le ocurrió volver con la democracia. Parece que hay muchas cosas que se heredaron de la dictadura, me parece también el más serio de los países latinoamericanos que conozco. Santiago es una capital “pequeña” para lo que estoy acostumbrado, tiene alrededor de 6 millones de habitantes, es tranquila y limpia, aunque también tiene sus zonas inseguras (como cualquier gran urbe), personalmente puedo decir que me gustó.







Playa Luna









Bañistas en Playa Luna

Bañistas en Playa Luna








El tren mas lento del mundo





Viña del Mar (donde se hace el Festival)


El Palacio de la Moneda!



El Gran Misael, explicándonos la historia y arquitectura de Santiago!





Rio Mapocho