Cuzco
¿Qué decir
de Cuzco que no se haya dicho ya? Es difícil referirse a una ciudad con
tantísima historia, con tanta belleza, con tantas contradicciones. Otrora
capital del imperio Inca, hoy capital turística del Perú. Situada a 3,400
metros sobre el nivel del mar tiene el aire enrarecido, no solo por la altitud
sino también por la magia que le rodea.
Al llegar
siento que estuviera llegando a San Cristóbal de las Casas, es muy similar en
un comienzo pero con significativas diferencias. Llego un poco mareado pues el
camino de 650km (de Nazca a Cuzco) parece montaña rusa, una montaña rusa de 16
hrs. Es importante viajar en una buena línea de autobús, que sea cómoda
principalmente para aguantar el viaje.
De la
capital indígena no queda mucho, los invasores españoles y su manía de
destruirlo todo para construir encima sus propias edificaciones acabó con la
mayor parte de las construcciones incaicas, sin embargo en general se puede
observar la impresionante arquitectura incaica con sus piedras de cortes
perfectamente rectísimos, como base de edificios coloniales. Recorrer los
pintorescos callejones adoquinados y estrechados por estos muros incaicas es un
deleite a la vista. Si se quiere ver un poco más, se puede visitar el Convento
de Santo Domingo que está construido sobre el Qorykancha, que fue el principal
centro ceremonial inca y en los alrededores está el Saqsahuaymán o el Valle
Sagrado. Para visitar la mayoría de los museos y centros arqueológicos se
necesita pagar un boleto general que cuesta alrededor de 130 soles para
extranjeros, las tarifas para los sitios turísticos son abismalmente diferentes
entre nacionales y extranjeros, creo que más que por nacionalidad se deberían
diferenciar por clase social. Hay tours para visitarlos en la ciudad, yo
recomendaría hacerlo por cuenta propia.
El centro
neural de Cuzco es la plaza de Armas y su fuente adornada con la estatua dorada
de Maco Capac fundador de la ciudad, hoy los policías, también indígenas, son
los encargados de echar de ahí a otros indígenas que pretenden vender alguna
prenda o un choclo con queso. A l costado norte están la Catedral, la Iglesia
del Triunfo y la Iglesia de la Sagrada familia, y al costado este el Museo de
Historia Natural y la Iglesia de la Compañía.
En ese último lugar en 1781 fue encarcelado, torturado, sentenciado y descuartizado
el jefe José Gabriel Condorcanqui Túpac Amaru, líder de la mayor rebelión
indígena contra los conquistadores españoles que los andes hayan visto jamás. Junto
a él corrieron la misma suerte su esposa Micaela Bastidas y otros jefes
rebeldes; Túpac Catari, Bartolina Sisa, Gregoria Apaza. Los torturadores
obligaron a su hijo de 8 años a presenciar el acto. Posteriormente sus pedazos
fueron paseados por los pueblos sublevados, luego quemados y sus cenizas
arrojadas al aire “para que de ellos no
quede memoria”… …no lo lograron.
En uno de
los muros de la iglesia de la compañía, una placa hace breve referencia a este
episodio. Cuentan las crónicas que cuando Gabriel Túpac Amaru estaba en el
calabozo, el enviado del rey le preguntó - ¿Quiénes son tus cómplices? – Túpac
Amaru le contestó:
-
No
hay cómplices más que tú y yo, tú por opresor y yo por libertador merecemos la
muerte.
En los
alrededores de esta plaza hay hostales a precios accesibles (también los hay
para turistas de clase alta), algunos incluyen desayuno, en eso hay bastantes
opciones. Nosotros como buenos viajantes proletarios, buscamos algo que sea
barato y limpio nadamás.
Las distancias apartan las ciudades,
El turismo pervierte las costumbres…
Es muy
claro como el dios mercado se va a apoderando de la ciudad de Cuzco, todo o
casi todo está hecho en función del turismo. Todo mundo te vende un tour, una
explicación, te recomienda un restaurante, te vende un poncho, una chompa, una
pulsera, un gorro… …eso es bueno en
el sentido que aumenta las opciones del visitante, pero hay un momento en que
se vuelve algo pesado, especialmente me pesa ver a los niños vendiendo
cualquier chuchería incluso ya entrada la noche. Y los precios en vez de
abaratarse suben.
En la plaza
de armas hay una placa que dice:
A los
quinientos años gloria y honor
a las
víctimas anónimas y a los héroes
de la
resistencia andina.
…Y NO
PODRÁN MATARNOS.
Qosqo, 12
de octubre de 1992
En esta
época del año hay lluvias frecuentes en la serranía, así que los cielos
nublados y las lloviznas adornaron nuestra estadía. Mientras llueve nos
protegemos en algún café o “fonda” donde podemos tomarnos un café (que suele
ser sin leche o crema, aun Api (que es una bebida a base de maíz morado, piña y
manzana) o un atole de quinua, para la sed una “Chicha morada” o una Cuzqueña
(cerveza local). Además de eso, en las calles se venden emolientes, que son
infusiones de hierbas varias. También en las calles se puede consumir algún
anticucho de carne de alpaca, una papa rellena o empanadas de queso o carne. Como
plato fuerte hay varias cosas (lomo saltado, Malaya frita, Pollo al horno, Causa,
Ceviche) casi todos giran alrededor de la papa y el arroz.
 |
| ¡Chicha Morada! |
En muchos sentidos
Perú es igual a México, en su historia en sus orígenes indígenas, en el tremendo colorido de la diversidad que uno encuentra en sus mercados, en sus
abismales diferencias entre clases sociales, en que los indígenas “orgullo y
bandera” de la nación siguen en la práctica ocupando el último escaño social,
como producto de una conquista que eliminó lo más avanzado de las culturas
originarias.
Les dejo el
testimonio fúnebre que Mancio Serra de Leguízamo (último capitán sobreviviente de
Pizarro) dictara ante notario en su lecho de muerte en 1589:
-
Que
hallamos estos reinos de tal manera que en todos ellos no había un ladrón, un
hombre vicioso, ni holgazán, ni mujer adúltera ni mala.
-
Que
las tierras y montes y minas y pastos y caza y maderas y todo género de
aprovechamientos estaban gobernados o repartidos de suerte que cada uno conocía
y tenía su hacienda, sin que ningún otro la ocupase ni tomase…
Del
ejército que conquistó el Perú hace más de medio siglo él es el último
sobreviviente. Él fue uno de los invasores de la ciudad de Cuzco, que saqueó y
ultrajó las tumbas y a golpes de hacha arrancó del templo del sol las paredes de oro, tan cuajado, que sus
resplandores daban color de difunto a quien entraba. Según dice, recibió del
botín la mejor parte; el rostro de oro del sol, que son sus rayos de fuego, que
reinaba inmenso sobre la ciudad y enceguecía a los cuzqueños al amanecer.
Don Mancio
se jugó el sol a los naipes y lo perdió en una noche.
(Eduardo Galeano, “Úselo
y Tírelo”)
Madonnari en Cuzco.
Hacer una
intervención callejera en Cuzco es una misión casi imposible, invertimos un par
de días en la obtención de permisos, de un departamento de la administración
municipal para otro. Al final nos dijeron que en el casco histórico era
simplemente imposible y que hacerlo en los alrededores tenía un costo
aproximado de 60 dls, por tres días, desistimos de esa opción. Un día de suerte
fuimos a dar con la Escuela de Bellas Artes de Cuzco, ahí el Maestro Rosendo
Landio Málaga (Director de Investigación y Proyección Social) nos prestó
facilidades para la realización de un madonnari dentro de las instalaciones de
la Escuela.
Realizamos
una obra donde conjuntamos elementos representativos de los andes peruanos y de
las etnias mexicanas. En ella retratamos a un miembro de la Cultura “Quero” el
último bastión incaica puro del Perú que jamás logró ser sometido, junto a un
Marakame Wirrárika (Huichol) una etnia mexicana que aún conserva la mayor parte
de sus costumbres debido a que jamás logró ser sometida a la colonia española.
Ehecatzin.
 |
| Mientras los españoles utilizaban mano esclava para construir las iglesias, también pedían a los artistas incas que grabaran las fachadas, sin que los primeros se dieran cuenta, estos grabaron peces, aves, ciervos, mujeres pariendo y posupuesto el dios sol disfrazado de otra cosa. Ellos seguían adorando a sus dioses engañando a los españoles. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Agradecemos los comentarios, críticas y aportaciones desde que se hagan en un marco de respeto hacia los lectores y creadores de este blog. ¡gracias!