Pisco, Paracas, Ica y Nazca

Antes de empezar con la crónica quiero agradecer a todos aquellos que siguen nuestro andar por este medio, ya nos han leído de diez países y eso nos llena de alegría. Esperamos ser dinámicos y no aburrirlos, los invito a viajar de nuevo con nosotros:

Pisco

Vista Nocturna de la Municipalidad de Pisco

Viajamos a Pisco, que está a menos de 350km de Lima. En la carreta el paisaje es árido, con lomas enormes y despobladas, algunos caseríos polvorientos a la orilla de la carretera, granjas de berros y dunas. En la mayor parte del trayecto se puede ver el mar desde la carretera.

Después de 5 horas llegamos a Pisco, el camión nos baja en el crucero y de ahí un taxi o mototaxi te lleva al Pueblo. Pisco es una palabra de origen Quechua y significa “Pájaro” según me explicaron y hay una bebida alcohólica que lleva ese nombre. Es un pueblo pequeño cuyos orígenes se remontan a varios siglos antes de cristo. Posteriormente durante la colonia se volvió un puerto importante. La plaza es bonita y destaca el edificio de la municipalidad (de estilo mudéjar creo) que está inhabilitado por fracturas durante el temblor de 2007.

Nos quedamos en una casa-hostal que nos costó 30 Soles por persona. Ahí mismo contratamos un tour para visitar Paracas al día siguiente.

Antigua Municipalidad de Pisco

Paracas

Significa tormenta de arena en Quechua, a las 3 de la tarde su nombre toma sentido. La vegetación es casi nula y el desierto se junta con el mar. Es de este puerto donde millones de toneladas de guano y salitre se fueron a los puertos europeos a cambio de fusiles para combatir y reprimir a los indígenas en la segunda mitad de 1800.

Salimos como a las 7am de Pisco y nos dirigimos al poblado de Paracas, que está como a 20km. Ahí nos subieron en un bote sin techo que nos llevó hasta las islas Ballestas que están como a 30 minutos. En el camino pasamos por “El candelabro” una figura tallada en el suelo sedimentario, cuyo origen un tanto incierto se atribuye tanto a piratas como a la cultura paracas.

Se yerguen en el mar, esos monolitos de piedra carcomidos por el mar, adornados por miles de aves y coloreados por sus blancas deyecciones.  En sus zonas bajas hay algunas colonias de lobos marinos, con los regordetes machos protegiendo su harem de hembras recién paridas. Pululan los pájaros bobos (Sula variegata), los Cormoranes Guanay (Leucocarbo bouganvilli), los Charranes inca (Larosterna inca), pelícanos peruanos (Pelecanus thagus) y algunos Cormoranes de patas rojas (Phalacrocorax gaimardii). Por primera vez he visto ahí los pingüinos de Humboldt (Spheniscus humboldtii).

De aquellos depósitos de guano de 30 metros de altura solo queda el recuerdo, la sobreexplotación acabó con lo que alguna vez fue el potosí de Perú.

El Tour sigue el día entero y nos dirigimos al museo de Paracas que aún no termina de reinstalarse después de que tuvo que ser reconstruido por causa del terremoto de 2007. No pudimos apreciar el legado arqueológico de la cultura paracas. Nos llevan a dar un paseo dentro de la reserva, un desierto enorme y hermoso, donde la ausencia de todo da una sensación de vastedad. Vamos a unos acantilados donde se podía apreciar “la catedral” una roca de formas caprichosas que se derrumbó parcialmente, también, con el temblor de 2007. Abajo unas playas solitarias y peligrosas albergan el cadáver de un lobo marino que unas auras intentan devorar, me recuerda una película francesa cuyo nombre no recuerdo. Luego a una playa donde si es posible nadar un poco, el agua heladísima, nos bañamos y retornamos a Pisco. Ahí tomamos un autobús que por 5 soles nos lleva a Ica que está a solo 75km y que nos lleva algo así como hora y media recorrer.

Domador de pelícanos, foto por un sol

Pelícanos peruanos

El Candelabro

Isla Ballesta

Charrán Inca

Lobo marino macho

Sula variegata

Paisaje de las Islas Ballestas

Lobo marino hembra

Pingüinos de Humboldt

Cormorán patirrojo

Pingüino de Humboldt

Turistas

Ostrero

Pescador de las Ballestas

Colonia de Maternidad

Zarapito anillado

Calle de Paracas

Restos de "La Catedral"

Charranes

Playa de Lagunilla

Panorámica de Paracas

Ica

Como si la arena, cantara en el desierto...

Oasis de la Huacachina

En Ica no destaca la ciudad, es un poco caótica,  es difícil encontrar un hostal cuya calidad vaya de acuerdo al precio, la uva es muy barata y como casi en todas las ciudades del mundo, hay varios restaurantes de comida china y un par de iglesias. A Ica se llega principalmente para visitar las dunas. Las dunas están en el osasis de la Huacachina a 5km del centro de Ica. Es un oasis rodeado de palmeras y eucaliptos entre gigantescas dunas de arena y cuando digo gigantescas me refiero a que son altas como montañas. El agua del Oasis es verdosa, pero según entiendo otrora fue esmeralda. Alberga en su interior a una princesas que a veces sale llorar por su amado, así como la Xtabay de los lagos del sudeste mexicano o la Tonantzin que lloraba por las calles de Tenochtitlán cuando esta fue tomada por la viruela de los conquistadores.

El paisaje de las dunas es hermoso y se asemeja mucho a las postales que nos muestran de arabia. Se puede contratar una empresa que por 40 soles te lleva muy adentro de las dunas y te presta el equipo para hacer “sandboarding”, pero igual por 10 soles rentas una tabla ahí en el oasis y caminando te vas a las dunas cercanas, no olvidar el bloqueador. Cometimos el error de no quedarnos hasta el atardecer, pero es que soportar el sol de Ica no es cualquier cosa. Tomamos un bus a Nazca.

¡El Poder de los remos!

Arte ¿urbano?

Como si la Arena, cantara en el desierto...

Nazca

Pasamos varios pueblos y por la Panamericana pasamos “El Observatorio” pero al no saber, nos pasamos de largo hasta la terminal de autobuses de la ciudad. Ahí investigamos las salidas a Cuzco y decidimos que teníamos tiempo para ir a ver un par de figuras en el observatorio. Dejamos encargadas las maletas y tomamos un autobús, que demora de 15 a 20 minutos para llegar al lugar. Felizmente llegamos al atardecer y el paisaje era increíble, el desierto de colores rojizos y ocres, acentuados por los rayos amarillos. Para subir cobran 2 soles y solo pueden estar 10 personas allá arriba.

Los encargados eran muy amables y nos contaban muchas cosas, nos preguntaban por México y “las chivas del Guadalajara” por lo que pude entender “Chiva” es una forma de llamar a los homosexuales acá.

Desde la torre se pueden observar dos figuras completas “El árbol” y “las manos” , y un fragmento de “el geco” que fue cortado por la carretera.

Si se quieren ver todas las figuras se puede hacer un sobrevuelo en avioneta, hay muchas empresas que la ofrecen, cuesta unos 90 dólares por persona y dura unos 45 minutos. Nosotros por cuestiones de tiempo y presupuesto decidimos no hacerlo, pero la postal de las líneas y el ocaso nos dejaron un dulce sabor de boca. ¿Quién las hizo? ¿para qué? ¿Cómo? Son cosas que por el momento solo podemos inferir…

Observatorio. Pido una disculpa, pero el blogger pone las fotos horizontalmente de forma automática.

"Las manos"

"El Árbol" situado a la orilla de la carretera

Al Rojo de la tarde, se alargan las siluetas...

Hermosa postal del Atardecer con "El Arbol"