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jueves, 29 de enero de 2015

Lima

La fuente de Lima y la Municipalidad al fondo 10:30pm


Llegamos como a las 8:30 de la noche, aunque acá es verano y los días son un poco más largos, así que no es tan tarde. Salgo del aeropuerto, hincho mis pulmones del aire limeño por primera vez. Miguel Angel el taxista, un tipo bastante gentil y simpático nos llevó al centro de la ciudad por 60 soles (S/.). Por ahí nos trajo preguntando y al final nos quedamos en un hostal barato que se llama Haladino que es administrado por unos hermanos muy charladores y conocedores de las películas y la política mexicana, está en la calle Jirón del callao.


Mural dedicado a Chabuca


De noche la plaza de armas es hermosa, con su Catedral caracoleada de sombras y formas iluminadas, el Palacio Presidencial al costado este y la municipalidad al norte. En las calles se puede ver gente deambular hasta entrada la noche, todo en aparente calma. Muy distinto de lo que se vive en nuestro México.

 



Al día siguiente nos levantamos temprano para salir a husmear un poco y ubicarnos. Almorzamos un “lomito con caldo”, más café y pan por 7 S/. En general en Lima se puede encontrar una buena diversidad gastronómica a precios bastante accesibles. Deambulamos por calles que tienen casi 500 años de antigüedad, mientras naufrago por las arterias de esta ciudad pienso en cómo se convirtió en la capital del virreinato español en Sudamérica, en los señoríos de Ichma que le precedieron, el oro, la plata y el cobre que se fueron por este puerto y la muerte y miseria que dejaron a cambio.






Rosa de Lima, lima lejana
lengua de gato bicarbonato de porcelana…

Suena en mi cabeza la canción que Joaquín Sabina le dedica a “la Jime” (Jimena Coronado Merel su actual esposa que es limeña) y es que a dos cuadras de donde me hospedo está la Catedral de Santa Rosa de Lima, patrona del Perú. Enfrente de ella está la casa de “San Martín de Porres” el primer santo mulato de América.




Seguimos por la peatonal Jirón de la Unión, llena de negocios varios de primera y última necesidad. Llegamos a la plaza San Martín, erigida en honor al prócer de la libertad sudamericana. Seguimos por la calle Jirón de la Union y llegamos al edificio Rímac, un exquisito edificio de estilo francés Art Noveau que resalta al instante. Avanzamos y nos topamos con el impresionante Palacio de Justicia, cuyas dimensiones titánicas me hacen dudar aún más sobre su justificación. Finalmente llegamos al Parque de la Exposición. Ahí está el museo de MALI (Lima al revés) que alberga una gran cantidad de arte virreinal. 


Las tardes las rematamos en la plaza de armas, en sus restaurantes aledaños comiendo algún saltado de lomo o un ceviche mixto. Por 5 soles lo llevan a uno a pasear al cerro más alto de Lima, donde hay una cruz enorme a la que todo mundo con fe le prende su velita, desde lo alto se observa la ciudad entera, sus distritos, el puerto, las playas, el estadio nacional y las casitas de ladrillo y bloques de conglomerados. Una fina bruma, se tiende como velatura que difumina el ocre atardecer.





Déjame que te cuente limeña
Ahora que aún perfuma el recuerdo
Ahora que aún se mece en un sueño
el viejo puente del río y la alameda…

No consigo parar de tararear los versos de la flor de la canela, mientras camino al encuentro con Lourdes, amiga limeña que hace unos cinco años que no veo. Nos encontramos en la Galería “Pancho Fierro”. Nos llevó en el Metropolitano hasta el Distrito de Miraflores, fuimos a la playa “Costa Verde” una playa de frías aguas y rocosas playas. Es curioso como los limeños tirados al sol disfrutan de un sol que quema a rajatabla.




Y jazmines en el pelo y rosas en la cara
Airosa caminaba la flor de la canela…

Llegamos al Barrio del “Barranco” y su puente de los suspiros donde creció y le fue dando forma a sus letras la imperdible autora limeña Chabuca Granda. Es un barrio hermoso con casas antiguas y mucha sombra, una iglesia con cúpula de carrizo y barro que está a punto de caer.  Aquí los restaurantes son un poco más caros que en el centro, pero el ambiente bohemio y relajado, con esa vista al pacífico bien valen la pena. Bajamos de nuevo a la playa y nos encontramos con un montón de artesanos viajeros, como nosotros.





Esculturas dedicadas a Chabuca granda y el chalán Jose Antonio Lavalle




En Lima hay bastantes artistas urbanos, principalmente caricaturistas, cerca de la plaza central, en la alameda a un costado del Rímac, en el Parque de la exposición. En todos lugares intentamos conseguir permiso para hacer madonnari, sin embargo el trámite es sumamente burocrático y tardado por lo tanto. Infelizmente no tenemos tanto tiempo antes de que el invierno nos tome en el sur de Argentina. No nos quedó más remedio que hacer algunos apuntes de la arquitectura limeña.

Vocho Limeño

Para la Tisis



Le decimos hasta pronto a esta hermosa ciudad, tan llena de colores y sabores.

3 comentarios:

  1. Hola, amigos!! ¡Qué bueno compartir el paseo con ustedes! Veo que no soy la única que viaja acompañada de Joaquinito y sus versos. Los sigo en relatos y fotos!! Abrazos

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  2. Camarada Lenin! Qué buena historia con imágenes que me llevan hasta Lima! Ojalá pudiera ir a visitar a un gran artista de allà llamada LALÀ si quiere le doy su dirección saludos,

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  3. ¡¡Hola mi Aldo, que gusto saber que están bien y disfrutando!! Gracias por las narrativas, ya quiero leer más...

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