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Arequipa y al fondo sus picos nevados |
Llegamos a Puno de noche, buscamos un cajero que pudiera proporcionarnos
algunos soles, una vez que lo logramos, tomamos el primer autobús con destino a
Arequipa, salimos por ahí de las 11pm, el boleto era muy barato (alrededor de
50 soles) y al subir al autobús supimos porqué; los asientos se reclinaban poco
y no tenía calefacción, lo cual en la helada noche andina resultó una especie
de tortura.
Arribamos tempranito a Arequipa, que recibe a los visitantes con la
magnífica vista de los picos nevados, entre ellos el Misti, nos enfocamos a
buscar boletos que esa misma noche salieran rumbo a Lima, por suerte
encontramos en Cruz del Sur una oferta de remate, el boleto a 50 soles en clase
ejecutiva. Dejamos las maletas en una paquetería y nos dedicamos a pasar el día
en la ciudad, siempre es un deleite visitarla, su plaza, su mercado atiborrado
de alimentos tradicionales, cuando uno los visita pareciera visitar México, se
parecen tanto. En la tarde regresamos a la terminal y esperamos un rato a que
saliera el autobús, por azares del destino nuestro autobús se demoró un par de
horas y la empresa nos recompensó dándonos una cena extra.
Temprano llegamos a Lima, sucede que la terminal de Cruz del Sur queda
al sur del centro de la ciudad y por lo tanto al sur de otras terminales de
autobús. Tomamos un taxi, y por ser domingo las calles estaban casi solas, el
asunto es que el taxista no supo a donde queríamos llegar y nos abandonó en el
centro, pero rápidamente me ubiqué y conseguimos llegar a una terminal donde
compraríamos los boletos para ir a Piura por la tarde, ahí también guardamos el
equipaje y salimos a andar. Nos topamos con que se iba a realizar un evento de
pilotos de Red Bull en el Paseo de la República a la altura de la Plaza Grau. Ahí
mismo en el parque Juana Larco visitamos el Museo de Arte Italiano un museo pequeño, pero con una buena cantidad
de obras pictóricas y escultóricas. Anduvimos caminando un poco hasta la Plaza
San Martín y luego la Peatonal de Jirón de la Unión, ahora si nos despedíamos
de Lima. Volvimos a la terminal y a eso de las 5pm abordamos el autobús con
rumbo a Piura. Conforme salíamos de la ciudad se hacían evidentes los
cinturones de miseria, miles de casas de
cartón apiladas en páramos arenosos, bardas gigantescas que los separaban de
algún fraccionamiento residencial, cruel reflejo de nuestra América latina. Al
ir avanzando el autobús empieza a subir una colina que parece arena pura que en
cualquier momento se derrumbará, a la derecha el pacífico se enrolla y se
vuelve a extender sobre la arena, mientras el cielo nos regala una puesta de
sol de película.
Piura, Sullana y Cotacaos
Igual por la mañana muy temprano llegamos a Piura, ahí investigamos lo
de las salidas a Ecuador, nos encontramos con que había un par de vías, por la
costa y por la sierra, pero eso lo dejamos para después, por el momento nuestra
prioridad era contactar a Daniel, un amigo de hace años, que vive precisamente
en Sullana. Logramos comunicarnos y seguimos sus indicaciones, un taxi nos
llevó hasta otra terminal y ahí tomamos el camioncito que habría de recorrer
los 35km que separan a estas dos ciudades, unos 40 min de viaje.
Al llegar a Sullana, la terminal era algo caótico, calles sin
pavimentar, muchas motos, suelos arenosos, poco arbolado, de pronto imaginé
estar en el Nordeste brasileño. Al rato llegó Daniel por nosotros, fue muy
emotivo ya que hacía unos 6 años que no nos veíamos. En unas mototaxis nos
dirigimos a su casa, sentí mucha pena por la moto, que tenía que cargar
nuestras pesadas maletas además de nuestros de por sí voluminosos cuerpos.
La familia de Daniel nos recibió con una gran hospitalidad y cariño, es
en esto que creo que reside el valor de los pueblos latinoamericanos, esta
forma de hermanarnos y ayudar al desamparado en nuestro caso, al viajero.
Daniel como excelente anfitrión nos llevó a conocer algunos parajes cercanos
donde observamos aves y luego nos llevó a comer el famosísimo ceviche de Piura,
una delicia, por cierto que la madre de Daniel también cocina de maravilla.
Por recomendación de nuestros anfitriones visitamos Catacaos es un
pueblo donde se producen muchas artesanías y algunos licores tradicionales,
está a unos cuantos kilómetros de la ciudad de Piura, vale la pena visitarlo,
desde la terminal de Piura se pueden tomar algunos taxis que te llevan hasta
allá y en la vuelta igual.
Otro de los días Daniel me invitó a la Universidad a dar una plática a
sus compañeros de clase de portugués sobre mi experiencia como viajero, eso sí,
como regla la charla debía ser en portugués.
Finalmente llegó la hora de despedirse y después de 3 días en Sullana
dijimos adiós a la familia que amablemente nos albergó, Daniel nos acompañó esa
tarde a la terminal en Piura donde tomaríamos el bus que nos llevaría a Loja, Ecuador
(11 dls por persona). Como una cortesía final antes de despedirnos Daniel nos
invitó a cenar, en la tele pasaban el partido México vs Perú, que afortunadamente
terminó empatado.
A
las 10 pm salimos rumbo a la mitad del mundo
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Arequipa |
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Arequipa |
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Lima |
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Saliendo de Lima |
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Puesta de sol en el pacífico |
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Coleccion de escarabajos de Daniel |
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Coleccion de mariposas de Daniel |
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Piura |
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Piura |
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Piura |
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Piura |
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Daniel y su familia |
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Mototaxi |
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Catacaos |
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Catacaos |
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Artesanía erótica en Catacaos |
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Catacaos |
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Iglesia de Catacaos |
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Sullana |
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Sullana |
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La despedida |
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1 a 1 marcador final |